En la sociedad actual, la filosofía parece haber sido olvidada y abandonada en favor de lo ligero y banal. Esta tendencia se relaciona con la efimeridad y superficialidad de las relaciones humanas en la sociedad actual. En este breve texto, se explorará la relación entre la modernidad líquida y el abandono de la filosofía y se presentarán algunas ideas y autores que han analizado esta relación.
La modernidad líquida, teoría desarrollada por Zygmunt Bauman, describe una sociedad en la que las estructuras sólidas y estables han sido reemplazadas por estructuras líquidas y cambiantes. En esta sociedad, las relaciones humanas son cada vez más efímeras y superficiales y la identidad personal se ha vuelto más fluida y cambiante. Esta tendencia se relaciona con el abandono de la filosofía en varios aspectos.
En primer lugar, la filosofía puede parecer irrelevante o incluso obsoleta en una sociedad en la que la identidad personal es fluida y cambiante. La filosofía puede parecer una disciplina anticuada y rígida que no tiene aplicación práctica en una sociedad en la que las relaciones humanas son cada vez más superficiales.
En segundo lugar, la filosofía puede parecer menos atractiva que lo ligero y banal en una sociedad en la que las personas prefieren contenidos “líquidos” y entretenidos que contenidos filosóficos profundos.
En tercer lugar, la filosofía puede parecer menos relevante que la inmediatez en una sociedad en la que las personas pueden sentir la necesidad de tomar decisiones rápidas y no reflexionar demasiado sobre ellas.
Autores como Michel Foucault han analizado la relación entre la modernidad y la filosofía. Foucault argumenta que la modernidad ha llevado a una sociedad en la que el conocimiento se ha vuelto más fragmentado y en la que la filosofía ha perdido su papel como disciplina central. En este sentido, la filosofía puede parecer menos relevante en una sociedad en la que el conocimiento se ha vuelto más especializado.
Otro autor que ha analizado la relación entre la modernidad y la filosofía es Jean Baudrillard, quien argumenta que la modernidad ha llevado a una sociedad en la que la realidad se ha vuelto más simulada y en la que la filosofía ha perdido su capacidad para cuestionar la realidad. En este contexto, la filosofía puede parecer menos relevante.
Por esto, el abandono de la filosofía en la sociedad actual se relaciona con la efimeridad y superficialidad de las relaciones humanas en la sociedad actual. La modernidad líquida ha llevado a una sociedad en la que la filosofía se ha convertido en algo irrelevante o incluso obsoleta, menos atractiva que lo ligero y banal y menos importante que la inmediatez. Autores como Michel Foucault y Jean Baudrillard han analizado la relación entre la modernidad y la filosofía, y han argumentado que la modernidad ha llevado a una sociedad en la que la filosofía ha perdido su papel central y su capacidad para cuestionar la realidad.