Desde que el humano trató de comprender el mundo que lo rodea, la ciencia comenzó a gestarse. El conjunto de apreciaciones por medio de los sentidos, el discurrir rudimentario, la búsqueda de “cubrir” sus necesidades, el instinto de supervivencia, la curiosidad, fueron – entre otros– los factores que encaminaron a las personas hacia la ciencia y la investigación. El hombre apoyó su ignorancia en la existencia de entes sobrenaturales, que se encargarían de ayudarlo o castigarlo, según las condiciones en que el fenómeno natural ocurría.
Si algo queda claro al analizar la historia del conocimiento y su evolución es que las ciencias sociales son el resultado de grandes procesos evolutivos en los que la sociedad occidental vio trastocada toda su dinámica como civilización. Por eso, la tranquilidad de la convivencia medieval fue sustituida por una turbulenta vorágine de cambios que la hicieron más compleja y desbordaron las explicaciones teológicas y metafísicas, requiriendo –en su momento– el uso del pensamiento racional para la interpretación más adecuada de esa sociedad cambiante.
Visto cronológicamente, esta reflexión debe partir de lo que ha significado la racionalidad humana para el cambio de las sociedades, ubicando así el origen del conocimiento de lo social en una serie de aproximaciones filosóficas que fueron consolidando las formas de investigar los fenómenos de la humanidad desde la razón científica, algunas de estas formas históricas son:
- En la Antigüedad: ubicado este periodo entre el año 3000 a. C., y 500 d. C., está marcado por varios pensamientos o formas de “reflexionar”, incluyendo el cinismo, el estoicismo y el epicureísmo. Además, muchos filósofos vivieron durante este periodo, incluyendo a Sócrates, Platón y Aristóteles.
- En la Edad Media: específicamente entre el año 1000 y 1500, el saber filosófico tiene como esencial al dogma, la verdad revelada por la fe. Así, el tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinadas la comprensión e interpretación del mundo al conocimiento que se pueda obtener de lo divino; como es de entender, en esta época aún se estaba lejos de una investigación científica verdaderamente dicha, aunque fue un periodo en el cual hubo filósofos como Santo Tomás, San Agustín, Avicena y San Anselmo de Canterbury, entre otros.
- En la Edad Moderna: este contexto que se sitúa generalmente entre 1789 y 1900 es el periodo en el que concretamente comienza a hablarse de ciencia y de investigación científica. Las principales figuras de la filosofía moderna están divididos principalmente en dos grandes grupos: los racionalistas y los empiristas y –en conjunto– cambiaron el punto de partida de la filosofía y se “lanzaron” hacia el conocimiento del mundo…