En el contexto donde se reflexiona sobre la sociedad, sus orígenes y su naturaleza, buena parte de la filosofía antigua se detiene en el pensamiento sobre las formas en que se obtiene, se preserva y se ejerce el poder. Esto incluye uno de los fundamentos de la filosofía política, que es el análisis de la relación entre sociedad y estado, debido a que –después la caída de la monarquía– se hizo necesario un debate sobre cuál sería el mejor modelo de estado para una sociedad más justa. Es un tema muy amplio, porque se relaciona con la naturaleza política del ser humano y con la necesidad de mantener la cohesión social.
Claro está, lo ideal es que el Estado responda a las necesidades sociales, pero –en muy raras ocasiones– esto es así. Suele suceder que el Estado está conformado por relaciones y grupos de poder, que pugnan por sus intereses sin que en ellos medie la sensibilidad por la justicia o la igualdad social: problemas eminentemente filosóficos, pero –sobre todo– de carácter político. Así, la naturaleza del poder y sus pugnas, son para el filósofo una manera de analizar el orden social. El poder adopta o ha adoptado diversas formas a lo largo de la historia de las sociedades y los grandes imperios siempre se formaron según las formas en que se asume la dominación. Filosóficamente la reflexión sobre la filosofía es una manera de pensar las relaciones humanas y sus mixturas.
Toda filosofía política encarna –además– una preocupación por las formas de gobierno y se presenta a partir de modelos normativos y prescriptivos, cuando se emiten juicios acerca del deber ser de esas formas de gobierno. Por ejemplo, las formas antiguas de la democracia fueron una fuente inagotable de debates cuyo horizonte no fue más que la dialéctica acerca de la igualdad, la justicia y la libertad. Sócrates es tenido –en este sentido– como una de las figuras más insignes en el concierto de la reflexión filosófica sobre la política.
Sin duda, el pensamiento socrático nutre una gran cantidad de controversias posteriores que –curiosamente– se articulan alrededor de la posibilidad o esterilidad de la política. Alejado voluntariamente de la diatriba pública, Sócrates contribuye –paradójicamente– a una transformación de la dinámica griega sobre la política y su naturaleza convirtiéndola en una actividad para la transformación del ser humano y la búsqueda de su propia identidad.
Autor: Coaching y PNL
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